¿Quiénes somos?

Rumia es un proceso. Un proceso simbiótico, una alianza entre diferentes organismos. Rumia es también la capacidad de digestión, de integrar elementos externos para volverlos alimento, nutrición. Este proyecto parte desde esos dos principios: simbiosis y digestión.

Nos encontramos desde la necesidad de pensar y habitar la crisis ambiental: frente al fin de los mundos que trae la contaminación, extinciones y cambio climático, necesitamos armar mundos nuevos. La crisis ambiental nos obliga a inventar otras formas de habitar, otras formas de vincularnos, otros modos de pensar y vivir la Naturaleza que no la sitúen como sitio esclavo para extracción de recursos o como lugar prístino para la conservación. Otros modos de relacionarnos más allá de lo humano, con diferentes especies, con diferentes pensamientos. Siguiendo a Donna Haraway, se trata de una sim-poiesis, creación conjunta de monstruos para la supervivencia.

Partimos de la simbiosis como metáfora de relación: sim-biosis, vida conjunta. Nos proponemos en este proyecto co-construir relatos que consideren el caracter relacional con diferentes formas de vida y que nos sitúen en relación con la complejidad ecológica. La rumia así es el proceso simbiótico alimenticio para abordar el conocimiento desde una perspectiva sumamente material: somos cuerpos que aprenden, cuerpos que estudian y cuerpos que se relacionan. En esta mirada corporal la digestión es aquel proceso por el cual podemos asimilar, excretar e incorporar diferentes alimentos, conceptos, saberes, pensamientos, relatos y gestos. 

Desde un abordaje transdisciplinario buscamos generar pensamientos y prácticas sobre el ambiente en clave experiencial, teórica y afectiva. En particular, desde nuestras formaciones, tejeremos a partir de la filosofía, la biología, la poesía, las artes visuales, las danzas y la performance. 
Nos interesa sobre todo el lugar donde habitamos, la Patagonia, sus bosques, estepas y ciudades. La convivencia con líquenes, montañas, coihues, historias de colonialismo, parques nacionales, plantas nucleares y turismo.Nos conformamos en un colectivo con la amistad como principio político que surge desde los encuentros en los bosques e integra diferentes trayectorias y ganas de enredar, contaminar y compartir nuestros saberes. 


Formamos parte:

Juan De Rosa

Soy antropólogo y performer nacido en la Ciudad de Buenos Aires y ahora vivo en Bariloche. Comencé mi formación artística en el ámbito de la danza contemporánea y de las danzas folclóricas afroamericanas. 
Trabajé con destacadxs coreografxs y directorxs de la escena local como Lucas Condró, Diana Szeinblum, Edgardo Mercado, Ivan Haidar y Juan Pablo Gómez; también participé de diversos proyectos colectivos independientes. Me interesa la investigación pedagógica para la danza y el movimiento y participe de un laboratorio de investigación pedagógica con Lucas Condró desde el año 2013 al 2016.
He recibido algunos subsidios a la actividad artística entre los que se destacan: Proyecto especial del Instituto Proteatro (CABA) 2015, subsidio a la creación de obra del Instituto Prodanza (CABA) junto a colectivo CALDO en 2016 y 2018 y Beca a la Creación Artística del Fondo Nacional de las Artes en 2017 junto con el colectivo Roja Grande.
A través de los años las diversas experiencias que he transitado me llevaron a divergir y asociar el quehacer artístico a actividades de lo más variopintas; la literatura, dibujar con los ojos tapados,la cocina, las caminatas en la montaña, los momentos de juego con mis sobrinos, aprender a maquillarme para salir a bailar. En la actualidad me encuentro trabajando en proyectos de reflexión ambiental que combinan la filosofía, la práctica científica y el quehacer artístico; pero siempre cerca del ámbito primordial; la danza, el ritmo y la sustancia.

Gabriela Klier

Nací en Buenos Aires en 1986. Quizás porque de niña me gustaban los animales y las plantas, estudié biología. Hacia el final de la carrera, y quizás porque las preguntas y prácticas que buscaba no las terminé de encontrar allí, me pasé a la filosofía. Me doctoré en biología con una tesis sobre filosofía de la biología de la conservación y ética ambiental. Buscando al bosque, me mudé a Bariloche y ahora trabajo como docente en la Universidad Nacional del Comahue y como becaria posdoctoral en la Universidad de Río Negro. En mi trabajo de investigación analizo diferentes miradas ambientales sobre el Parque Nacional Nahuel Huapi y también, con Maia Gattás Vargas, desarrollamos un proyecto llamado “Laboratorio Isla Victoria” que busca integrar ciencias, artes y filosofía para repensar las representaciones de la Naturaleza en Patagonia. Organizamos en este proyecto dos residencias de Arte-Ciencia-Naturaleza y una muestra de artes visuales expuesta en el CCT Patagonia Norte y en el Museo de la Patagonia. Desde la adolescencia fui transitando por diferentes artes. Hice talleres y muestras de fotografía y pintura (con Lutz Matske, Casiano León, Piru Ginefra, entre otrxs), bailé mucho tango y otras cosas. Desde 2013 participo en encuentros de poesía oral y estoy por publicar mi primer libro de poesía seleccionado en la convocatoria “La Tejedora” de la UNRN. Desde 2015, con diferentes personas, desarrollamos -en diferentes tiempos y lugares (centros culturales, casas, bares, librerías)- el encuentro “Pensamiento colectivo”.

Martina Mallmann

Nací en Bariloche y me críe en una chacra rodeada de montañas.Mi familia se dedicaba a la horticultura y gastronomía. La cocina es una herramienta que llevo conmigo desde muy pequeña.
En Buenos Aires estudié dirección de cine en el CIEVIC y en 2007 comencé a trabajar en el departamento de arte distintas producciones audiovisuales. Con este trabajo empecé a transitar la experiencia de vivenciar la creación estética como una generación y exploración de mundos a partir de detalles. Me interesa sobre todo crear propuestas según las necesidades propias de lo que se quiere trasmitir en la narración del film.
Creo que el trabajo en equipo es una parte fundamental para el desarrollo de cualquier proyecto artístico; tanto porque la dimensión humana del proceso es un objetivo en sí mismo como porque facilita una comunicación fluida, lo que deriva en una producción empoderada.
Uno de mis hobbies es la ilustración; participo del anuario de ilustradores de Buenos Aires.
También estoy interesada en el diseño de muebles y tengo un pequeño emprendimiento @amaranto_muebles.



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